martes, 14 de febrero de 2012

Crítica 'Se acabó la Rabia', Mañana. (O, Mamá, quiero ser pop)

Esto no será una de esas críticas de discos llenas de tecnicismos. Más bien es la reseña del disco que llevo esperando desde el día que finalizaron la gira del primero.

Jack Kerouac fue ese escritor que inspiró a músicos. Bob Dylan lo reconoce y con eso empieza, quizás, el fetichismo.   
Mañana se centra en La Carretera para tomar nombre:
"Se oían guitarras. Terry y yo miramos las estrellas y nos besamos. -Mañana -dijo ella. Todo se arreglará mañana, ¿verdad que sí, Sal querido? -Seguro que sí, guapa, mañana - Y siempre era mañana"
On the road Jack Kerouac.

El grupo sevillano es mi grupo fetiche. La música que suena en mi casa cuando alguien viene a tomar té y la banda sonora de las historias que cuento en tertulias de café.
Mañana era un grupo de folk, que empezó con fuerza y logró instalarse. Y digo era, porque en el segundo abren un abanico de pop y psicodelia.  Dejemos en segundo plano el sonido acústico y las guitarras anchas y colguémonos la eléctrica, pisemos la pedalera, tiremos de sintetizadores y creemos matices. Eso, en parte, ya lo hizo Bob Dylan y se llevó un ‘Judas’.

Si esperas canciones del estilo “A ver quien llega antes al fin” (Sello Salvaje, 2010), no las encontrarás  en “Se acabó la rabia” (Sello Salvaje, 2012). No obstante, las nueve canciones del segundo largo es la ornamentación que engrosa el sonido anterior. Eso, ya se intuye en la portada del disco. 

Sí queda algo de lo anterior: las letras a las que Cristóbal nos acostumbró. Siempre dije que Cristóbal Colom es uno de los mejores letristas actuales, ahora, lo sigo afirmando.
 Que segundas partes no fueron buenas, en este caso, resulta un disparate. El segundo es mejor, y lo digo yo, que rallé el vinilo del primer trabajo de tanto escucharlo.

Y ahora, me siento en la silla de mimbre, doy al play, me acerco la taza de té y suenan.

Abren con ‘Vals de la Autoayuda’, una atmósfera de sintetizadores ascendente que va encadenando instrumentos y da paso a una letra de esas letras, sí, tristes y de amor. Le sigue ‘Desiste’, la canción elegida como single del disco. El sintetizador como centro y nexo otra vez, un sonido totalmente eléctrico, pop, pegadizo y una voz que corre ahora más deprisa. Un final de esos que espera el público, de un concierto, que se alargue, para mover la cabeza enérgicamente hacia arriba y hacia abajo. Buena elección como single para explicar el cambio de Mañana. 

‘Cenizas por errores’ me resulta más familiar. Empieza con la acústica y la voz.  “Quisiera poder vivir la vida fuera de mí, sentir la juventud pasar, sin llanto ni mediocridad” Se anexiona poco a poco el teclado para crear un sonido envolvente y va cobrando fuerza la melodía paulatinamente, haciéndose más rápida en el estribillo, y volviéndose relajada en las estrofas, con una subida al final. La cuatro es la que le da nombre al largo. “Se acabó la Rabia” es la que más fría me ha dejado del disco. La cinco 'La pena máxima' es mi favorita, aunque ya sabía que era mi  favorita desde hace justo un año, cuando la escuché por primera vez en la sala Sol, de Madrid.  La canción más pop, más rápida. Es curioso ver/escuchar cómo el grupo se adapta a esa melodía que ahora resulta diferente. La letra, a mí, por mis cosas, me ha fascinado “Ahora es tan fácil perdonar, que poca gracia tiene ya. La pena máxima será lanzada desde dentro del hogar” Y aquí diría: Ay, cantante de Mañana, si yo te contara…
La seis, ‘Unas copas por error’, la siete ‘Cataratas’ y la ocho ‘El vendaval’, sí conservan algo más el estilo de ‘A ver quién llega antes al fin’ pero ahora con los sinte. De esas tres, me quedo con una verdad universal, cantada en la ocho ‘Nada merece tanto la pena, si puedes dejarlo escapar’. Filosofía sencilla y autoayuda para gente moderna, oiga. Cierran con ‘Buenas intenciones’, mi segunda canción favorita de ‘Se acabó la rabia’. Una atmósfera que se asemeja al sueño y que habla de amor. ‘No logro conciliar entre hacer lo correcto y lo sentimental’. Pues sí, enamórense.

Muy buen trabajo de Mañana, mucho mejor que el anterior. Y no es por las ganas y el ansia que me aplastaba, es, porque realmente son unos todoterrenos que se adaptan. Querían sonar pop, pues ya suenan. Y encantan.
Bonita portada de Alejandro Masferrer, que la primera vez que la vi, me pareció algo fea y ahora que he escuchado lo que hay dentro, sí tiene una conexión y sí resulta estética. Buen trabajo de grabación en los estudios La Mina. ‘Se acabó la rabia’ son nueve canciones ornamentales, el sonido terminado que se funde con el anterior. Un trabajo que funciona, y que puede gustar a todo el mundo.

Mañana empezará la gira del segundo disco el viernes 24, en la sala Malandar, Sevilla. 

¿Quién aún no ha intentado escribir una canción que hable de ti?

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