Zahara y su Pareja Toxica

Os voy a contar un secreto, lo de Charlotte Harris surgió en noviembre de 2007 cuando me cree mi primer blog, un blog que tuvo 3 entradas y 0 visitas. Pero bueno, fue un principio. La primera entrada que "escribí" era la letra de "Con las ganas". Aun me pregunto cómo llegue a bajarme aquel "Dial 913". En definitiva, Zahara no solo me gusta, es que encima le tengo cariño. Me gusta cuando esta acústica y cuando esta pop. Me gusta disfrutar de su concierto y me gusta su cercanía. 

Hoy decidí ponerme con "La Pareja Toxica" sabía que sería distinto, ya en los conciertos se apreciaba un endurecimiento de sus letras, una madurez no solo narrativa sino musical. Me recordaba más a Tulsa que a una artista que salía en los 40 Principales. Zahara no quería ser un juguete, no quería o se cansó. Sea como fuera, esa Zahara que antes hacía canciones alegres, llena de "Sugus de colores", rima fácil y melodías pegadizas, ahora  maduro, creció y a golpe de guitarras y una atmosfera más oscura (¿Cuánto de esos será por la producción de R. Falkner?) nos canta historias, esta vez al desamor, pero también a la memoria de su abuela o en esa en la que se nos presenta como una devorahombres. La “Pareja Toxica” empieza fuerte: “¿Puedes creer en Dios?” (El Universo).

Tras la primera escucha me quedo con bastante, una muy buena señal. Por un lado “La mujer mayúscula y el mar” probablemente la que más encajaría con su anterior disco, la más alegre  y optimista, con olor a verano. También podría entrar en esta parte alegre del disco la hermosa “Mariposas”. Lo de hermosa es la melodía, llena de luz, esperanza aunque diga cosas como: “Dejamos de lado un futuro genial. Por eso cuando las veo me acuerdo de ti”

 Luego nos encontramos con “Del Invierno” que me ha gustado tanto que he agotado las 5 escuchas de Spotify antes de pasar a la siguiente. “Del invierno” es menos amargo que “Con las ganas” pero al igual que esta desprende melancolía, tristeza y el regusto que dejan los amores acabados y aun no olvidados.  Aunque para emoción, la canción llamada Camino. Zahara le promete a su abuela que recordara por ella, todo, su historia, sus caminos, sus campos, incluso ese vals inacabado. Las lágrimas caen, mientras la escucho. No sé cómo hará ella para cantar esa canción sin emocionarse y sin que las lágrimas lo rompan todo. No lo sé.

Y luego llegamos a la sorpresa, “Camino a L.A” Me tiene enganchada. La mejor canción del disco. Zahara se deja de ñoñerías y dice frases como: “Quisiera poder ponerte encima de la mesa, quitarte el uniforme, abrirte bien las piernas” Por mucho sexo sucio y vacío que cuenta, está claro, el daño está hecho y por mucho perdón que pidas no tendrás mi absolución.

Y yo te digo, chica, que no solo te doy mi absolución, sino que te bendigo, te felicito y te agradezco, un disco como estos, son los que te alegran el día y te dan fuerza para levantarme por las mañanas. El día no es perdido si puedo escuchar esta joya. Gracias.