Llegó el día, purapasta se estrenaba como festival. Dos escenarios situados uno en cada extremo de la sala, en el centro un mercadillo/exposición y unos sillones que no entendías muy bien qué hacían ahí pero a ciertas horas, los agradecías.
Empezaba la noche con El País Musicano en un concierto con sabor a despedida pero del que disfrutamos como si fuera el primero. Los chicos cierran este ciclo tras más de diez años, tres maquetas y un disco. Cerraron con Tu mejor final dedicada a todos los habitantes (nombre por el que se llama a sus fans).
Aeroplano21 fueron los encargados de estrenar el otro escenario, que en ningún momento se les quedó grande. Junto a Haddonfield eran los ganadores del concurso Purapasta y nos demostraron con creces por qué.
Mañana y Kenedy eran los productos sevillanos del festival. A los primeros los conocemos de sobra, y es que Mañana ya no son esos chicos que un día vimos en el Contempopránea, ahora son una banda consolidada con un segundo disco en la calle. Que supieron defender pero que media hora nos supo a poco. Mientras, Kenedy venía con fuerzas, tenían ganas de enseñarnos sus nuevos temas y eso se notaba.
"Felicidades, tenéis nuevo festival en Málaga". Ésas fueron las palabras de Juan Alberto, vocalista de Niños Mutantes. La banda estaba de estreno, tocaban por primera vez los temas de su octavo disco, Náufragos. Comenzaron con Caerán todos los bancos, uno de los temas más cañeros y controvertidos. Fueron alternando los temas de Náufragos con un repaso por toda su carrera desde Veneno-polen, pasando por Te favorece tanto estar callada hasta Noches de Insomnio.
Sidonie sin duda era uno de los platos fuertes de la noche, traían por primera vez a Málaga su último disco, El fluído García. Marc, Jesús y Axel son puro show en el escenario, llevan años haciéndolo y no voy a decir nada nuevo, saben dejarnos Fascinados. Pero, si existe un pero, tras varios conciertos suyos a nuestras espaldas nos damos cuenta de que todos siguen el mismo patrón, La Costa Azul como momento íntimo, en Giraluna nos encontramos con Marc en el foso y cerramos fuerte con El Incendio.
La Cena fue otro de esos grupos de los que quisimos ver más, ya se les pone la etiqueta de revelación del 2012. No soy partidaria de estas etiquetas y mucho menos en el mes de marzo, pero si creo que estos malagueños darán mucho que hablar con sus Historias al revés.
Volvimos a cambiar de escenario y todo había florecido, era el turno de Fuel Fandango (aún no me explico cómo he tardado tanto en ver a este grupo en directo). Son una propuesta original y arriesgada, el productor Ale Acosta, Carlos Sosa a las percusiones y Nita como cantante. Nita es de esas personas que con su sola presencia llena el escenario, no puedes apartar los ojos de ella. Pero con ellos llegó el percance de la noche, se nos fue la luz en la sala París 15. Tras unos minutos se solucionó el problema y Fuel Fandango supo hacernos olvidar lo que había pasado. Nos hicieron bailar, saltar, cantar, agacharnos… y entre confeti pusieron final a su concierto.
El 3 de marzo nació un festival, con meses y meses de trabajo a sus espaldas. Hacía tiempo que no daba con un evento del que pudiera decir que un 10 a la organización, sin esperas entre concierto y concierto, sin colas ni en los baños ni en las barras y con tan buen ambiente. Esperemos que sí, que como dijeron Niños Mutantes Málaga tenga un nuevo festival.
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